USA Y COMPARTE

Con 30 mil dólares de deuda y dos hijos menores de 5 años, José Manuel Ramos y Elda Arzate comienzan este negocio en 1991.

 

Desesperados por dejar de deberle al banco y asfixiados por los precios de los medicamentos para el asma de su hijo Javier; José Manuel, un ingeniero electromecánico y Elda una maestra de preescolar, conocen Omnilife a través de Jorge Vergara, en Guadalajara México. Poco sabían ellos el día de su inscripción, que esa pequeña empresa mexicana que recién comenzaba cambiaría no solo su vida y la de sus hijos por completo, sino también la de millones de personas alrededor del mundo.

 

Utilizaron los productos día tras días y en 90 días los resultados cambiaron radicalmente sus vidas ya que su hijo mayor superaría por completo su severo problema de asma, familiares alrededor comenzarían a perder peso y los créditos bancarios comenzarían a pagarse. Gracias a los resultados y al trabajo duro, Elda y José Manuel dejan de ser empleados para siempre, convirtiéndose en empresarios y dueños de su tiempo, libres para soñar en grande.

 

"Si tu sueño no te asusta, es demasiado pequeño" – Mark Batterson

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Después de 31 años de sueños cumplidos, más de 20 países conquistados y sobre todo de haber compartido esta oportunidad de cambiar la vida de millones de personas, Omnilife resurge con las segundas generaciones de empresarios con sangre morada. Jorge Vergara y José Manuel Ramos nos guían ahora desde otro lugar y es con agradecimiento que seguimos los pasos de aquellos que, gracias a entregarlo todo, nos han cambiado la vida.

 

El futuro que tan incierto puede ser, nosotros logramos verlo radiante ya que gracias a Omnilife sabemos claramente a donde vamos y la herramienta de cambio que somos. Seguimos creciendo, seguimos soñando, el legado continúa.

 

Conocemos el camino, te invitamos a dar el primer paso

 

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